El instructor de artes marciales brasileño Daryell Dickson Meneses Xavier se entregó a la policía a principios de este año, admitiendo haber violado, golpeado y matado a su hijastro de 1 año.
Para acabar con su vida lo golpeó directamente en la cabeza, pero el pequeño pasó dos días en el hospital antes de fallecer.
Los prisioneros de la cárcel donde se encontraba Daryell recluido quedaron indignados al enterarse de la noticia, y decidieron aplicar su propia ley, violándolo brutalmente por unos 20 presos, en varias rondas y durante varios días.
“Tenía heridas por todo el cuerpo, las más graves en la región anal. Insatisfechos y todavía furiosos por el delito cometido por el profesor, los reclusos abrieron los puntos de sutura que recibió y lo violaron de nuevo.
Las manchas de sangre en la parte trasera de la ropa interior del jóven son una prueba de lo mucho que sufrió”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario