Brutal golpiza a empresario, mientras a delincuentes ni los tocan
Una cosa es ordenar la ciudad, mantenerla limpia y segura y otra es abuzar de las personas, el alcalde Humberto Barba tiene que seleccionar muy bien a los responsables de hacer cumplir esas ordenanzas.
Hace algunos días estamos viendo las acciones matonescas y abusivas de los “serenos” que apoyados con el uniforme varas y lisuras quieren poner orden en la ciudad, peligrosamente están generando una reacción que puede ser lamentable.
Ayer le propinaron una golpiza al empresario de repuestos EL Trome ,que también es empresario radial Rómulo Gervacio Castillo, y según relata él lo trataron como delincuente proporcionándole serios cortes en el rostro y lesiones en la cabeza y el tórax de acuerdo al parte médico legal.
Esta condenable agresion fue por que salió a defender que no llevaran su vitrina por la que paga 35 soles para estar en la puerta de entrada a su negocio.
Todo Huacho conoce al Trome, es un correcto empresario por eso desde esta tribuna nos solidarizamos con él y exigimos a los jefes de los matones que actúan como “serenos” que la fuerza bruta la guarden para frenar la delincuencia.
Si la meta es ordenar la ciudad, antes de meter palo y cargar con los productos cuyo único capital está allí, primero señalen , autoricen puntos de venta,y clasifiquen que negocios pueden ser permitidos en algunas esquinas de las vías céntricas, hasta en las más importantes ciudades se permite a los que venden canchita, emolientes y frutas, claro con las normas sanitarias para proteger al ciudadano y con módulos atractivos que formen parte de nuestra ciudad.
En esta última semana han corrido a todos los emolienteros ,muy solicitados para abrigarnos de este frio y beber salud..ojala reflexionen nuestras autoridades,
El efectivo del serenazgo que agredió al conocido empresario huachano responde al apellido de Paz, los dos efectivos que lo acompañaron en la agresión no pudieron ser identificados aun.
Romulo Gervacio dijo no tener ningún problema con el alcalde Beto barba, a quien dijo conocer y respetar, pero lamentó que este rodeado de gente que le hace quedar mal, “de repente él ni sabe” dijo consternado y aun adolorido por los fuertes golpes de estos delincuentes que se hacen llamar serenazgos
