viernes, 30 de enero de 2015

FECHA: 26/01/2015

Gobernabilidad en la Region Lima: cuotas de poder, resentimientos, conflictos internos.
reconociendo tiempo y espacios sobre el problema de cuotas de poder.

 
Respetando la tregua de 100 días a la gestión del Movimiento “La Familia”, preocupa la confrontación pública en la designación de los asesores con cargo al PNUD, decisión que obedece a devolver favores políticos a quienes no garantizan respaldo social al gobierno regional, mientras que en la Unidad Ejecutora Lima Sur el nombramiento de los funcionarios se hace sin respetar un acuerdo y compromiso formal pactado previo a las elecciones. El hecho merece una  separación de momentos y espacios para no interpretar y opinar equivocadamente y plantear la alternativa de solución correcta al tema. El acta se hizo en el momento de candidatos representando al PADIN Y “LA FAMILIA”, ahora en este momento se tiene que cumplir y respetar pero con otros representantes porque el status ha cambiado de candidatos a autoridades, uno presidente del ejecutivo y el otro consejero regional en representación de la provincia de Huaura, órganos que tienen obligaciones y deberes distintos, donde uno es el ejecutor y el otro fiscalizador. No caben posiciones “puritanas” y argumentos moralistas. Mantener los conflictos y peleas ponen en riesgo la gobernabilidad de la región Lima por la confrontación pública del Ejecutivo, con opiniones de algunos de sus designados asesores del PNUD y el Legislativo, con reclamos justos del Consejero más votado Miguel Ángel Mufarech, líder del PADIN, antes; hoy representante de todos. 

ALIANZA POLÍTICA Y DISTRIBUCIÓN DE LA CUOTA DE PODER EN LA REGION LIMA.
Por principios, la cuota de poder debe distribuirse respetando los acuerdos y compromisos existentes, debiendo el profesional contar con experiencia y capacidad, representación y liderazgo al interior de su organización política y respaldo social en el nivel provincial y regional. Entonces, si existe una alianza previa y un acuerdo con el PADIN, una organización política que tiene representación con M. A. Mufarech en el legislativo, goza de una importante capacidad de influencia favorable en el consejo regional, entonces; la mejor decisión es buscar el entendimiento y solución en aras de la gobernabilidad de la Región.

LA GOBERNABILIDAD EN LA ADMINISTRACION PÚBLICA
La gobernabilidad se garantiza con una sociedad civil satisfecha de la gestión de sus autoridades, para tal fin; se requiere una correcta independencia y equilibrio entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, ambos con sus propios roles, competencias y funciones, órganos del cual la ciudadanía espera una correcta conducta de sus políticos y funcionarios con una máxima relación de respeto mutuo. Esta práctica no pretende eliminar las diferencias y contradicciones naturales que deben darse en lo conceptual, de los modelos de gestión, los enfoques de desarrollo, la posición política que se refleja en un gobierno promotor y defensora de los intereses sociales y económicos de la inmensa mayoría del pueblo ó de la minoría social oportunista y ligado a la burocracia corrupta que se infiltra en los aparatos públicos.

GOBERNABILIDAD Y ETICA CON RESPETO MUTUO DE ACUERDOS Y COMPROMISOS. 
La ciudadanía espera decencia en la política, transparencia en la gestión, racionalidad en el uso de los recursos. Estos son factores subjetivos que nacen de la voluntad del ser humano y confiamos que las autoridades del ejecutivo como del legislativo reivindicarán estos valores en el ejercicio de la administración pública para fortalecer la gobernabilidad con ética, es decir; respetando los acuerdos y compromisos mediante el retorno del dialogo de los delegados de “La Familia” y el PADIN, sin renunciar ambos a sus deberes de función pública.

DESCONFIANZA EN LA POBLACION POR BROTES Y MUESTRAS DE INGOBERNABILIDAD
La población pierde la confianza en las nuevas autoridades por las pugnas públicas entre el bloque Chui  y Mufarech por cuotas de poder pata copar las oficinas de la región,  pero siendo discrepancias menores resta tiempo, recursos y ejecución del presupuesto, inversión con honradez, integración regional y macro regional, temas medio ambiental, saneamiento, electrificación, seguridad ciudadana, prevención de desastres, educación, salud, entre otros. 
La ingobernabilidad en la región se asoma y puede ser mayor en el futuro si se mantiene la actitud del ejecutivo de no honrar el acuerdo político con garantes realizado previo a las elecciones. El conflicto si no se soluciona continuará y se manifestará en las oficinas del ejecutivo con los funcionarios pro Chui y en el consejo regional se hará difícil la gestión del Ejecutivo. Una muestra de lo sucederá es la sesión extraordinaria del día 29 de enero donde se invita oficialmente a los gerentes y directores a exponer sus planes de trabajo, pero responden con una ausencia total y en respuesta el Ejecutivo amenaza con la VACANCIA DEL CONSEJERO DELEGADO por temas relacionados a tráfico de tierras.

ALTERNATIVA PRO GOBERNABILIDAD DE LA REGION LIMA
La alternativa única es el dialogo de interlocutores de la organización política del PADIN y “La Familia” para encontrar la solución inmediata al acta de acuerdos y compromisos con referencia a la Unidad Ejecutora Lima Sur. El Consejero Miguel Ángel Mufarech tiene que abstenerse por su condición de autoridad y fiscalizador del ejecutivo, pero por tal motivo no se puede negar e incumplir el acta. Por otro lado; no podemos ser mezquinos en reconocer que hay buenos propósitos con resultados en los pocos días de la gestión del ejecutivo como el incremento adicional de 10 millones del presupuesto para el SIS (Sistema Integral de Salud), haber logrado compromisos con el ministerio de salud para desenredar el tema legal e iniciar el proceso de inversión del Hospital Regional de Huacho, implementación del plan cuadrante con inversión en el programa de seguridad ciudadana, por ello; se requiere un buen ambiente para continuar en esa ruta, caso contrario significaría la liquidación política de ambos líderes que la población ha confiado por segunda oportunidad.

M. Díaz. C.




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