Escrito Por: Máximo
Tello Vargas- Abogado
La letra con sangre
entra, reza un dicho popular muy antiguo, las personas que pasamos los 60 años,
seguramente recordaremos esto, pues tan
solo se trata de un dicho y no es que sea cierto, lo que sucede es que,
nuestros padres del siglo pasado tuvieron sus propias costumbres, en el modo y
forma de criar y educar a sus hijos, y hoy podemos ver con mucha satisfacción
los resultados.
La generación del 70
para atrás, no hubo tanta delincuencia ni actos vandálicos como hoy, no hubo
tantos asesinatos de los hijos contra sus padres, sus hermanos, sus amigos,
etc.
Factor 1:
Es que desde que nos
integramos a la modernidad, la globalización, el uso del internet, los
teléfonos celulares, la televisión, no bombardean con películas que hacen daño
a los niños y jóvenes, hoy solo se ven muerte y destrucción en los cines, la
televisión y el internet.
Factor 2:
La sociedad a través de
sus representantes en el congreso, han dado leyes que favorecen mucho a los
niños y adolescentes, quitándole
autoridad a sus padres, es decir hoy un padre o madre no puede castigar sus
hijos para corregirlos, los profesores mucho menos, incluso se ha creado una
especie de fiscalización entre padres contra los profesores y viceversa.
Factor 3:
La falta de
comunicación entre padres e hijos, es que hoy la misma situación por la que
atravesamos, ambas parejas (padre y madre) trabaja, y muchas veces no se les
dedica un mínimo de tiempo a los hijos, desde luego no es general.
Sabemos que hay niños
y adolescentes que por naturaleza son rebeldes, y creo que para estos casos,
los padres y profesores deben ejercer autoridad sobre ellos a la par con un
tratamiento psicológico.
Y a manera de
comentario hago un recuento de cómo nos criaban antes, Mucho me acuerdo que mis
profesores nos castigaban con una regla de 3 centímetros de espesor, y el
mínimo era 30 reglazos en la palma de la mano si no sabíamos la lección, o
simplemente no salíamos a almorzar, nos quedábamos encerrados en el colegio,
pues estudiábamos dos turnos, también nos hacían arrodillar con los brazos
abiertos a la vista del publico, y así de vergüenza teníamos que estudiar.
Si un hijo se portaba
mal con sus padres estos acudían al profesor para que este lo reprenda, allí no
había que el padre se oponía al castigo que el profesor le daba al mal alumno y
mal hijo, hoy no se puede hacer eso y allí están los resultados, malos hijo,
malos alumnos , malos profesionales, mas delincuencia, etc.
No es que necesiten
tan solo de un tratamiento Psicológico, o es que el problema radica en los
hogares mal constituidos, etc., el problema radica en las leyes mal dadas, que
nos quitaron autoridad contra nuestro hijos. Pues la letra con sangre entra.
Lógicamente una cosa
es darles unos correazos o un jalón de orejas, llegando a los extremos, y otra
es el ensañamiento o castigo extremo,
con violencia que no comparto, considero que nuestro hijos deben ser bien
criados y educados, así tendremos una sociedad con valores, para ello debe de
restituírseles la autoridad a los padres.
No se olviden que hoy
los hijos se enfrentan a sus padres, pregunto ¿Que debe de hacer el padre
frente a ello? ¿Felicitarlo, aceptar esa conducta?, o enfrentarlo con autoridad de padre.
Seguramente muchos me
criticarán, me tiene sin cuidado.
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