jueves, 3 de abril de 2014

BRUTAL DESALOJO DE LA POLICÍA NACIONAL Y SERENZAGO A DIRIGENTES QUE SE ENCADENARON EN PLAZA DE ARMAS DE HUARAL SOLO POR EXIGIR OBRAS BIEN HECHAS

Es increíble como una mala orden  convierte en enemigo y victima a un pueblo que exige a sus autoridades  avancen  con   las obras ¡Sólo solicitan obras bien hechas, y apoyo para solucionar sus problemas más elementales para vivir más dignamente!
 Solicitaban  su agua y desagüé. Se encadenaron  para   que se  apresuren  la burocrática  administración del funcionario público que está bien pagado y engordando  con plata del pueblo.
Lo de  ayer   no debe  volverse  a repetir, el jefe policial  y el mismo alcalde   tiene que pedir disculpas públicas, los  valientes dirigentes de los AA.HH :  El Ángel, Contigo Perú, La Huaca, Santa Elena y Nuevo Huaral tienen que  cumplir  con  lo que su pueblo  les encomendó. Pero el salvajismo policial ordenado por  algún oficial que  no tiene sentido  común no solamente agredió, apreso  a los dirigentes sino  también alteraron  el orden público afectando a todos los negocios, niños y mujeres de  la plaza  de armas   y alrededores.
 Señores  de  la policía  nacional ,serenazgo y señor  alcalde VICTOR  BAZAN  luego de este  cruel desalojo ¿ sienten que han solucionado el problema? ¿quieren  que  estos  pueblos  los respeten? Entonces pidan   disculpas  por  la brutalidad cometida y además    feliciten  al dirigente   valiente que exige, se cumpla y  ejecute las obras en los plazos ofrecidos. Exijan a sus  súper funcionarios que subsanen  los errores de  los expedientes técnicos...  Ellos  son los culpables que  al no resolver la corrección de su expediente técnico del proyecto mejoramiento integral y ampliación de los servicios de agua y desagüe de los AA.HH. El Ángel, Contigo Perú, La Huaca, Santa Elena y Nuevo Huaral.
Por último se le  recuerda que  El gobierno regional de lima les pedía el expediente técnico para ejecutar inmediatamente las obras y ellos no hacían escándalo, ni vandalismo en las calles, ni agredían a nadie.


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